Este viernes 18 de octubre el Centro de Estudios de Opinión Pública (Cedop) del INAP, junto a la Fundación Ciudadano Inteligente y el Centro de Análisis de Investigación Política (CAIP), ofreció el seminario Dinero y Poder.
El evento, realizado en el Instituto de Asuntos Públicos, contó con las exposiciones de Robert Funk, académico del INAP y director del Cedop; Felipe Heusser, presidente ejecutivo de la Fundación Ciudadano Inteligente; y Miguel Paz, fundador y CEO de Poderopedia.
El profesor Funk revisó la discusión sobre la legitimidad del lobby. “Una de las claves en la democracia es la participación, el debate y la existencia de la opinión pública. Existen diversas posturas y la democracia se trata de cómo éstas se representan. El lobby es una actividad de intermediación entre grupos y el poder”, planteó el académico.
“Me parece importante marcar nuestra discusión dentro de la indefinición institucional que estamos viviendo en materia de representación. El lobby y el financiamiento de los partidos políticos se enmarcan dentro de los cambios que estamos viviendo y no hemos resuelto, no sabemos cómo se van a institucionalizar”, agregó.
A continuación, Felipe Heusser, presidente ejecutivo de la Fundación Ciudadano Inteligente, revisó algunas brechas y zonas no reguladas en la relación entre dinero y política. “Las declaraciones de interés y patrimonio están establecidas bajo el principio de probidad en la Constitución, en la ley de bases generales de la administración del Estado y en la ley orgánica constitucional del Congreso”, explicó.
“Pero el alcance de estas leyes es muy limitado: sólo abarca ministros, subsecretarios y jefes de servicio. No se extiende a asesores, jefes de gabinete, directores administrativo y otras personas que tienen roles importantes”, señaló Heusser.
Por último, Miguel Paz, fundador de Poderopedia, revisó algunas de las redes y vínculos entre el dinero y el poder en Chile, a partir de los datos recabados por dicha plataforma. “El cincuenta por ciento de los ejecutivos, parlamentarios, todos quienes tienen algún grado de poder, del segundo nivel jerárquico hacia arriba, pertenece a un grupo que estudió en dos colegios”, indicó.
“Mientras no tengamos estructuras de movilidad social efectivas, va a ser muy difícil tener un contrapoder”, aseguró.
Lunes 21 de octubre de 2013